martes, 24 de junio de 2014

Cuando él lo quiere en tu boca.


La felaciòn o sexo oral es casi tan antiguo como la humanidad. Toda cultura conocida la ha practicado y prueba de ello son los innumerables objetos artísticos(esculturas, pinturas, grabados) que reflejan la predilección de los hombres por esta exquisita practica sexual.

En nuestra época seguimos en la misma onda y hasta ahora no he conocido a ningún hombre que no le agrade una buena felaciòn. Sin embargo, no siempre es fácil (sobre todo cuando se tiene poca experiencia) aventurarse en estas aguas. Claro está que en materia sexual, nunca debes hacer algo que no deseas. Pero si tienes curiosidad y quieres saber como se hace, sigue leyendo.


En primer termino debemos abandonar la creencia de que solo el hombre disfruta cuando le hacemos sexo oral. Cuando realizamos esta practica, nosotras también podemos disfrutarlo enormemente. incluso nos puede llevar a grados de excitación insospechados.

Un pene no es diferente de un dedo, o de unos labios, está hecho de piel, nervios, etc. Así que no debe existir repulsión a tomarlo con la boca. Pero atención, en algunos casos podemos lastimar a nuestro compañero con los dientes si no tenemos el debido cuidado.  

Por otra parte no solo tu boca juega un papel importante, también tus manos, tus labios y tu lengua forman parte del equipo y mientras mas las uses la experiencia será mejor. No se trata de apretar con fuerza; es mas bien un juego de roces, de caricias, lamidas, y succiones.

Deja que él te guié y si no lo hace pregúntale muy suave, si le gusta así o con mas intensidad. Un pequeño y sutil mordisco intencional puede también ser parte del repertorio. 

Míralo, disfruta de su expresión de placer y únela a tus propias sensaciones. Juega con sus testículos, muy suavemente, recuerda que son muy sensibles. 

En el acto sexual, todos los sentidos participan en roles importantes; la vista, el oído,el tacto, el gusto y el olfato, se ponen a la disposición de ambos para incrementar la experiencia. Por eso es importante usarlos en toda su extensión.  

Para algunas personas, el olor puede ser un inconveniente. Por naturaleza todo órgano genital tiene un olor característico, que no debe confundirse con el olor del desaseo. Si tienes problemas por el olor de tu pareja, siempre le puede hacer una invitación a la ducha, y si el lo acepta pudieras hasta afeitarle el pubis y los testiculos . Una ducha juntos puede ser un excelente comienzo. 

Es posible que tu pareja desee eyacular en tu boca. Esto es una decision personal, pero si esto te da demasiado desagrado, debes manifestarlo y buscar otras alternativas. Si lo aceptas, debes hacerlo de buena gana, pues si tu pareja siente que lo haces con repulsión o asco lo va a notar y no será placentero para él. Siempre puedes pedirle que te avise un poco antes para que te puedas retirar en el momento justo.

Tragarte el semen o esculpirlo también  es tu decisión. Pero si decides tragarlo debes tener en cuenta que existen  incidencias de enfermedades de transmisión sexual que pueden aumentar. Mas allá de estas incidencias, el semen no tiene un sabor muy marcado, así que no será un problema para el paladar.

Si te dispones al juego erótico con un criterio amplio, compartido y con mucha comunicación con tu pareja al respecto de sus gustos y preferencias, seguro que lograran complacerse de manera mutua y sin limitaciones.

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